HISTORIA Y CULTURA

Historia de Minas

"La población deberá levantarse en el mejor y más ventajoso terreno de aquel paraje de las minas..."; así reza el documento que contiene las instrucciones para proceder al asentamiento de un villorrio en el paraje conocido como las "Minas de San Francisco", un apacible valle, enmarcado por verdes colinas, y rodeado por un horizonte agresivo, pedregoso y recortado. Cuarenta casas de toscas paredes de piedra fueron los habitáculos fundacionales.

La villa fue diagramada siguiendo estrictamente las Leyes del Reino de Indias, y su construcción fue posible gracias al trabajo de funcionarios de la Corona y la ayuda de los indios Tapes. Ya en abril de 1784, el poblado funcionaba como tal, socialmente organizado, con un contingente de familias asturianas y gallegas. Una plaza, enmarcada por cuatro callejones; la tradicional iglesia y un cementerio... Había nacido la "Villa de la Concepción de las Minas".

En el año 1837 es creado oficialmente el Departamento de Minas, el que luego pasó a llamarse Departamento de LAVALLEJA; en honor al jefe de los orientales e hijo de esta zona, el Libertador Gral. Juan Antonio Lavalleja en el año 1927.

Catedral de Minas Nuestra Señora Inmaculada Concepción 

La Iglesia primitiva estaba en el mismo sitio que la actual. El primer libro parroquial, se inicia el de agosto de 1783, con el bautismo del niño Lorenzo Belós; siendo el primer sacerdote Fray José Agustín Ramos. El libro correspondiente a entierros se abrió el 22 de agosto de ese año, al fallecer el mismo niño. El libro de casamiento (partidas), se abrió el 3 de enero de 1784, al celebrarse el matrimonio de Pedro Caballero y Ana María. A Fray Agustín Ramos le sucederá en mayo de 1874, Fray Tomás Charruca, quién bautizará a Juan Antonio Lavalleja, nacido el 24 de junio de ese mismo año. 

En 1805 fue erigido Parroquia, siendo el primer Párroco Juan Ximenez y Ortega. Desde ese año el sacerdote Domingo Alemán trabajó activamente en la construcción de una nueva Iglesia, que fue inaugurada el 14 de diciembre de 1845. Estaba ubicada al lado de la Jefatura, se construyó en carácter provisorio y prestó servicio durante 47 años. En tiempo del Presbítero Berrel, se formó una comisión que debía proseguir las obras del Templo que fue inaugurado el 10 de abril de 1892, celebrándose misa con la presencia del Presbítero José De Luca, con una concurrencia de 1.500 personas. Se le llamó Catedral cuando se instauró el Obispado de Minas, siendo el primer obispo Monseñor José Ma. Caballero, quién falleció el 29 de mayo de 1963, sucediéndolo Martín Pérez como Vicario Capilar. 

Es un edificio de sobrias líneas neo-clásicas y su ubicación está vinculada al eje de la Plaza principal por una avenida de acceso. El interior es muy sobrio, su altar y su púlpito fueron objeto de reformas y cambios no acertados desde el punto de vista de la preservación histórica. 

Nuestra Catedral tiene la particularidad de no situarse frente a la Plaza misma, sino separada de ella y vinculada por un amplio callejón, lo que la jerarquiza y singulariza a la vez. 

Plaza Libertad. Monumento al Brig. Gral. Juan Antonio Lavalleja 

El 18 de Junio del año 1900 se firmó el contrato por la suma de $ 12.000 con el escultor Juan Manuel Ferrari, por la ejecución de la estatua ecuestre al Gral. Lavalleja en la Plaza Libertad de Minas. 

El 1 de agosto del mismo año, la Junta Económico Administrativa acuerda la demolición de la estatua de la Libertad instalada en el centro de la Plaza del Recreo, que sería sustituida por el bronce de Ferrari. El 25 de agosto del mismo año se colocó la piedra fundamental en el 75 aniversario de la independencia Nacional firmando el entonces Presidente de la Comisión Horacio Albistur, el acta por la cual dábase fe de lo relativo al acto. El 23 de Agosto de 1902 fué fundida en bronce la esatua, primera en el país, por Cossentino en su taller de la calle Washington, en su horno fueron hervidos los 3.000 kilos de bronce. Y finalmente el 12 de Octubre de 1902 fué inaugurada la primer estatua ecuestre elevada en la República, -la de Lavalleja- al cumplirse 77 años de la Batalla de Sarandí, por obra del escultor Juan Manuel Ferrari quién tenía 26 años cuando la comisón le encomendó la tarea.

A los festejos concurrieron un total de 2.200 personas, siendo muy visitada la casa natal de Lavalleja. En el acto conmemorativo hizo uso de la palabra el Secretario de la Comisión del monumento Juan Zeballos y Maguna, fué entonado por niños el Himno a Lavalleja, tres niñas colocaron coronas artísticas de flores en el pedestal del monumento y soltaron palomas blancas al aire. Acto seguido al repique de campanas el jefe político, Comandante Estanislao Mendoza y Durán, y el Presidente de la Comisión, Horacio Albistur descubrieron el monumento a Lavalleja. Posteriormente ocupó la tribuna el Dr. Juan Zorrilla de San Martín, pronunciando una de sus más bellas oraciones. 

El 12 de junio de 1916 la Junta Administrativa resolvió retirar la verja que rodeaba al monumento. El 12 de Octubre de 2002 se ralizaron los Festejos en conmemoración de los 100 años del Monumento en Minas. 

Teatro Lavalleja 

Fue inaugurado el 8 de diciembre de 1909, como parte de la fiesta de homenaje a la Virgen de la Inmaculada Concepción contando con la presencia de músicos, poetas y escritores. 

Edificio levantado por la Unión Católica del Uruguay. Gran construcción, de austero frente de ladrillo desnudo, sala con dos ordenes de palco muy espaciosos, platea amplia con escenario regular. Triunfo del Arquitecto Buigas y Monravá, Catalán talentoso, que concibió y dirigió la obra. 

Luego de muchos años de abandono, donde el tiempo lo transformó casi a ruinas, fue restaurado totalmente y reinugurado el 24 de agosto de 1989.

Hoy es escenario de importantes recitales y obras teatrales, funcionando en el mismo lugar el "Museo del humor y la historieta", único en América Latina. 

Confitería Irisarri 

Muda testigo del paso del tiempo, la Confitería Irisarri ubicada frente a la Plaza Libertad tiene su origen en el año 1898, cuando el catalán Cristóbal Carbonell comenzó a cocinar y vender panes y masas artesanales. 

En 1898 el negocio fue adquirido por Manuel Irisarri quien construyó los sólidos cimientos de uno de los lugares más típicos de Minas. Hablar de Lavalleja es sinónimo de Irisarri y de sus típicos serranitos, damasquitos, yemas y alfajores. Junto a su galería homónima, es un punto e reunión de la sociedad minuana y de los turistas que pueden visitar sus originales bodegas. El subsuelo de la confitería era denominado "la bodega" por Manuel Irisarri, refiriéndose a una simple despensa. Se destaca un aljibe de donde se sacaba agua para la confección de los productos y una sala de madera rústica donde se encuentra una mesa con platos con los nombres de los apóstoles. 

Cien años mas tarde, en 1998, la Confitería Irisarri festejó el siglo de su fundación confeccionando al aire libre, en la misma plaza, una torta gigante que compartió con todo el pueblo. 

Monumento al Gral. José Gervasio Artigas - Cerro Artigas 

Obra del artista nacional, el Escultor Setillo Belloni. 

Los bocetos de la obra fueron creados por el mismo artista y por su padre el ilustre José Belloni. La escultura fue inaugurada el 19 de octubre del año 1974 en la cima del Cerro Ventura, el que más tarde pasó a llamarse Cerro Artigas. 

El monumento está a 280 mts. sobre el nivel del mar y soporta vientos hasta de 220 km. por hora y su altura es de 10 metros por 9 de ancho sin contar la base. Tiene un peso de 135.000 Kg. y fue construido con hormigón armado (al igual que el Cristo Redentor de Río de Janeiro), llevando yeso, y bronce en el sector de la barriga del caballo. 

Fue declarado Monumento Histórico Nacional, y se afirma que es el monumento ecuestre más alto de Sudamérica, y uno de los más grandes del mundo. El Gral. Artigas se encuentra en un gesto sereno, de singular nobleza mirando a su pueblo, el que le rinde homenaje a sus pies todos los años en la tradicional Noche de los Fogones, con el popular canto “A Don José” en el marco de la Semana de Lavalleja. 

Virgen del Verdún 

A 6 Km. de Minas por Ruta 12, con una altura de 360 mts. sobre el nivel del mar de encuentra el Cerro Verdún. Su nombre lo hereda del primer poblador del paraje, Juan Bautista Berdum, por lo que los lugareños lo llamaron Verdún del cerro. 

Encalvada en su cima se encuentra la estatua de la Virgen de la Inmaculada Concepción, por iniciativa del cura párroco de Minas Don José De Luca, quién plantea la idea de situar la imagen de la virgen en uno de los cerros que rodean la ciudad, hacia el año 1900. 

La inauguración se realizó el domingo 21 de Abril de 1901, acompañada por una gran peregrinación de fieles llegados desde todo el país. 

Han pasado mas de 100 años, pero la Virgen del Verdún continúa todos los 19 de abril, convocando a miles de peregrinos, que le rinden culto y veneran su imagen sobre la cima del cerro. 

Represa OSE - Ing. Carlos Maggiolo 

El proyecto de usina de purificación y bombeo de agua para la ciudad de Minas fué aprobado en enero de 1933 por el Consejo Nacional, en acuerdo con el Ministerio de Obras Públicas. Dicha Usina fué inaugurada en el año 1934 con el nombre de Ing. Carlos Maggiolo. 

Actualmente además de funcionar en el lugar la planta potabilizadora de OSE, constituye un paseo obligado de visitantes por lo maravilloso de su paisaje; el puente y el espectacular lago artificial de la represa, el que es lugar de concentración ideal de pescadores, amateurs y profesionales. 

Mina de oro 

Las primeras noticias de la existencia de minerales preciosos en ésta tierra parecen haber sido originadas por un aventurero francés llamado Petitvenit, unos cuarenta años antes de la fundación de la Villa de la Concepción de las Minas. Este hombre recorrió parte de la región de la actual Cuchilla Grande, y las zonas aledañas a nuestro valle serrano allá por la década de 1740, y remitió a España lo que parecían ser, a su juicio muestras de oro y piedras preciosas. 

La corona, ávida como estaba de nuevas fuentes de riqueza, decidió comisionar al coronel de Dragones Antonio de Escurruchea, quién primitivamente se dirigía al Potosí para verificar el aserto de Petitvenit. Al parecer resultó así, ya que pocos años después, más precisamente en 1751, el Rey de España decreta ayuda para los vecinos de Montevideo que desean explotar los yacimientos de la zona. 

 Allá por el año 1760 nuestras serranías ven arribar a Don Cosme Alvarez, vecino de Montevideo, español emprendedor y tozudo, empeñado en su aventura, llegó decidido a jugarse por entero en pos de ilusión, la eterna ilusión de los buscadores: dar con la veta que, más que hacerle un hombre rico, transformará su vida, e hiciera palpable su anhelo. Don Cosme realizó las primeras prospecciones en el entorno de la, por aquellos, inexistente Villa.....y se dio por vencido cinco o seis años después, sin haber alcanzado su sueño. Posteriormente, en los alrededores se localizaron algunos yacimientos, con los de Arroyo Campanero Chico y los de el Soldado, pero el más prometedor fue localizado en la que hoy se conoce como Minas Arrospide ó más popularmente "Minas De Oro". 

En la misma se comprobó la existencia de cuarzo aurífero, con un tenor de nueve gramos del preciado metal por toneladas, valor que hacía rentable su extracción: Años después fueron otros quienes catearon la Mina, iniciando el hoy llamado pozo de la Calavera. La excavación se encuentra a unos siete kilómetros al este del centro de la Ciudad de Minas, y años más tarde fue adquirida por el Sr. Arrospide, de quién adquirió su renombre. En el mencionado pozo de la Calavera, y al llegarse a una profundidad de catorce metros, se comenzó a extender una red de galerías y nuevos pozos que en 1938, ya superaban los mil metros de extensión. 

Fue en éste año que se suspendieron los trabajos, quedando el lugar abandonando por décadas. Andando los años, y ante el peligro representaban algunas galerías precariamente apuntadas y profundos y pozos inundados, el ente estatal que arrendaba, UTE, decide tapiar su entrada evitar accidentes a los aventureros que nunca faltaban en la zona. Más la pasión por la aventura terminó por triunfar y a posterior se la acondicionó. 

Se apuntalaron algunas galerías, y se instaló una red de iluminación para que el público pudiera visitarla. Así los primeros turistas de la era moderna fueron emocionándose ante la vista de los cuarzo auríferos que brillan en las paredes, y escuchando en el silencio añejo los ecos retumbantes de las vagonetas que llegaban desde el fondo de los túneles, cargando, más que piedras, esperanza... 


La Cultura y sus exponentes en Lavalleja

La actividad cultural del departamento de Lavalleja fue siempre fermental en la construcción de la identidad propia de su gente. Recorriendo cada una de las zonas de nuestra campaña encon- tramos los pagos nativos de personas que descollaron en las más variadas disciplinas artísticas. 

Este fenómeno no es nuevo, aunque sí novedoso, pues difícilmente en otro departamento se de con la intensidad del nuestro.

No se trata de fenómenos aislados, surgidos por casualidad, familias enteras construyeron esa realidad cultural del departamento, mencionando dos estirpes oriundas del interior profundo como lo son los Fabini de Solís de Mataojo y los Ardao Jaureguito de Pirarajá. La sola mención de estos apellidos evoca no solamente a destacados trabajadores culturales, sino profesionales preocupados por el progreso y mejora de la calidad de vida de su entorno. 

Eduardo Fabini, nacido en Solís de Mataojo el 18 de mayo de 1858. Integrante de una familia de doce hermanos. La sola mención de su nombre nos lleva al pedestal más alto de la música culta. 

Su innata capacidad de componer, quedó demostrada con una prolífica obra de la cual el poema sinfónico Campo, es su creación más destacada.

Formado en el Conservatorio Real de Bruselas, sus obras musicales fueron estrenadas y aplaudidas en las grandes capitales del mundo de entonces, desde París a Nueva York. Eduardo era hermano de Camilo, hombre de negocios que participó de la constitución de la Compañía Salus, comenzando a embotellar el agua mineral que hizo famosa a Minas, desde hace más de un siglo. Juan Pedro agrimensor con intensa actividad, dentro del partido Colorado fue intendente de Montevideo, y Senador, a su preocupación se debe la instalación de la primera fábrica de portland de Ancap en el país en el año 1953. Cuando comenzaba su carrera de Ingeniero Agrimensor (o piloto como se decía entonces) fue el encargado de diseñar Santa María de Pirarajá en el año 1899.

Si nos situamos en otros puntos del interior profundo del departamento de Lavalleja, mejor dicho Minas, porque estamos hablando de antes del año 1927, nos dirigimos al establecimiento rural “La Rinconada”, ubicado en la zona cercana a Pirarajá en la novena sección, para encontrarnos con el Doctor Arturo Ardao Jaureguito nacido e inscripto en la jurisdicción de Barriga Negra el 27de setiembre de 1912. Su labor académica fue desplegada no solamente en Uruguay, sino también en las Universidades de Caracas (Venezuela) y del districto federal de ciudad de México en el país del mismo nombre.

Hablando de la familia Ardao Jaureguito, debe resaltarse varios integrantes de la misma, que a pesar de su estirpe ganadera supieron abrirse camino en otras disciplinas de la cultura brillando con luz propia no solamente en el plano nacional, sino fuera de nuestro territorio como, el doctor en medicina Héctor Ardao Jaureguito, considerado el profesor y creador de la cirugía plática regenerativa, y de la hermana de ambos la Historiadora María Julia destacada por su obra “El Archivo de Artigas” que valoriza la trayectoria del máximo héroe nacional, además de numerosos trabajos que hoy sirven de valioso material de consulta para las nuevas generaciones.

No son los integrantes de las familias Fabini y Ardao, ejemplos únicos de lo que hablamos, quizás sí los más destacados.

Ese interior profundo lavallejino alumbró otras figuras que han brillado con propia luz en el concierto nacional. 

Julia Arévalo, nacida en Barriga Negra el 21 de agosto de 1891, luchadora social, escritora y política, cuando comenzaba a gestarse  nuestro país, fundadora y legisladora  del Partido Comunista de Uruguay. 

Santiago Dossetti Rodríguez, nació en J. Batlle y Ordoñez el 7 de febrero de 1902, escritor, periodista, hombre público de dilatada trayectoria.

Ocupó varios cargos de confianza en el gobierno departamental. Es reconocido como un gestor cultural de fuste. A su mediación se debe la visita a Minas de importantes espectáculos artísticos y culturales.

En 1936 pública su único libro “Los Molles”, hoy considerado un clásico de la narrativa criolla uruguaya.

Su capacidad intelectual y de emprendedor quedó demostrada con la obra de cientos de personas disfrutan y utilizan a diario la Casa de la Cultura, la primera en su tipo en el interior del país en el año 1955. 

Formó parte del directorio del Sodre que presidió Justino Zavala Muniz y decidió la salida al aire de Canal 5 de Televisión Nacional de Uruguay. Además de dotar de otras mejoras a diferentes áreas de ese servicio.

A su inquietud la hoy Dirección de Cultura, se denominaba Cultura y Turismo, porque entendía que buena parte de la formación cultural del hombre se concretaba con el conocimiento de los diferentes parajes del territorio, además de resaltar su importancia como industria generadora de actividad comercial y social. 

Nancy Bacelo Goméz, nacida en Batlle y Ordoñez (entonces Nico Pérez) en 1920, escritora, y creadora de la Feria Nacional del Libro y Grabado.

Julio Casas Araújo, otro exponente de la cultura lavallejina, nacido en el interior profundo del departamento, en la zona de Casupá de Lavalleja, donde asentaba sus reales el matrimonió de Santiago Casas y Emelina Araújo, el 7 de julio de 1895. 

Integrante de la generación de “Bajo la misma sombra” ese trabajó maravilloso que parió el intelecto de cinco literatos minuanos, al comienzo del siglo XX.

Julio Casas Araújo además de poeta, fue un profesional destacado ya que cuatro años después del alumbramiento de “Bajo la misma sombra” recibió su título de cirujano dentista, y en la década del ’50 del siglo anterior, tras ocupar alternativamente la banca en la Cámara de Diputados, en representación del departamento de Lavalleja, fue nombrado en 1959 embajador en La Habana, testigo de primera línea en la revolución que derrocó a Fulgencio Batista, al cierre de la representación diplomática en Cuba, se trasladó a Madrid, para representar al país frente al Reino de España.

De su actuación pública se debe destacar además su participación en el Consejo de Enseñanza Primaria e Industrial.  

Sin ninguna duda la ciudad de Minas, capital del departamento, es lugar de nacimiento de numerosas figuras en el plano cultural, no solamente por ser el centro poblado más antiguo, sino el más densamente poblado.

Bernardo Machado Amor creador de esa maravilla “La gran guía general de fin de siglo” en su prodigioso resumen de actividades culturales rescata del olvido a los primeros versificadores minuanos cuyas obras se encuentran publicadas en periódicos del siglo pasado y cada vez menos en los arcones de las viejas familias. Es que como lo resalta el historiador minuano Aníbal Barrios Pintos en “Minas 200 años de su historia “Minas posee una literatura temprana en comparación con la de otros departamentos del país”. 

El ya mencionado fenómeno de “Bajo la misma sombra” publicado en 1925, perteneciente al empuje literario de cinco escritores despojados de todo orgullo o divismo unen sus trabajos para dejar un claro testimonio del nivel de actividad cultural existente en el departamento de Minas en esa época.

Guillermo Cuadri nacido en Minas el 12 de Enero de 1884, en sus versos de “El Agregao” volumen que viera la luz en 1926 y “Caña” Santos Garrido seudónimo de Cuadri, demuestra un profundo conocimiento de los viejos conocimientos de la vieja medicina campera y de la herboristería criolla.

Su último volumen “Leyendas Minuanas”, es considerada como una valiosa contribución suya al tesoro folclórico del Uruguay.

Publicó numerosos artículos en prosa y poemas en variadas publicaciones regionales y nacionales que ayudan a difundir su trabajo y formación en variados aspectos de la cultura y a completar su imagen de hombre íntegro que en sus décimas y cuartetas supo decir la emoción de su solar nativo.

También nacidos en Minas Valeriano Magri y Juan José Morosoli, integrantes de “Bajo la Misma Sombra” también nacieron en Minas, el primero el 28 de octubre de 1897 y el segundo el 19 de enero de 1899, supieron abonar ese camino donde la cultura se mezcla en otras expresiones de la creación humana.

Además de su trabajo literario Magri, y Morosoli, trascendieron esa hermandad surgida de la expresión literaria, amigos fraternos, sus esposas cimentaron y aumentaron esos lazos surgidos de la actividad literaria, mezclándola con la  humana.

Múltiples pacientes de Magri “llegados de Minas” por mediación de Pepe Morosoli, fueron atendidos en Montevideo de acuerdo a las técnicas médicas, de afecciones tísicas, y otras dolencias, en forma totalmente gratis.

Por motivos profesionales trabajó en numerosos estudios médicos publicados con la finalidad de profundizar en temas con los cuáles como investigador tuvo íntimo contacto.

En los últimos años se dedicó a escribir textos para un volumen “Los costeros”, recopilados de sus vivencias con gente conocida en ríos y playas del país.

Sobre Juan José Morosoli, mucho se ha hablado, sobre su  basta producción literaria se han tejidos siempre comentarios elogiosos. La valorización de la obra literaria, tuvo en el Profesor Eber Raviolo y la empresa que integraba Ediciones de la Banda Oriental, a su más importante faro difusor. Fue esa dupla la que no solamente extendió el conocimiento sobre la obra morosoliana, sino la lo mantuvo vigente en momentos de oscurantismo por ser el escritor fiel a sus principios filosóficos.

La imagen de Juan José Morosoli, se perpetúa rescatando no solamente los valores literarios, sino los humanos, quizás tan ricos, y más profundos que los primeros y los que han devuelto la imagen que su literatura pueblerina, de lenguaje llano muy comprensible que transmite el perfume de cañadas, montes y arroyos, mezclado con las calles marcadas pero no transitadas del ejido ciudadano donde pastan lecheras y caballos de carro, con las del centro aldeano pavimentadas con adoquines. 

“Esa figura ideal” que todos tenemos del Minas viejo, adquiere imagen y se hace percibe con los sentidos cada vez que leemos un cuento suyo.

La llegada de los llamados genéricamente medios audiovisuales, conocidos como radio, televisión y reproducciones fonográficas han permitido que otros valores culturales del departamento de Lavalleja sean mantenidos en ese acervo popular.

El arte de los improvisadores y payadores, tiene figuras como Aramís Arellano, José Luis Berdino, Baldivio Rodríguez, y cantores de la talla de Santiago Chalar o José Luis Vizconde quiénes trascienden por los registros audiovisuales y fonográficos existentes.

“El decano de los payadores” como sus coetáneos llamaban a don Aramís Arellano, “El caballero de la improvisación” como era presentado por Yamandú Rubial, en la fonoplatea de Radio Lavalleja a mediados de la década del 40 del siglo anterior, nació en Campanero chico, el 21 de agosto de 1908, recorrió en varias cruzadas gauchas el Uruguay de Norte a Sur y de Este a Oeste, con sus versos camperos en giras programadas por la desaparecida CX 24 La Voz del Aire.

José Luis Berdino, nacido en Puntas de Santa Lucía en el año 1933 fue de los primeros bardos minuanos que extendió la radiotelefonía al servicio de la cultura popular, hasta entonces usada para difundir los servicios de radio telefonogramas. Animador de semanas de la tradición en varios departamentos como Florida, Cerro Largo, y Durazno, su estilo picaresco gustado por un público muy variado fue sinónimo de noches de diversión también en los tablados del carnaval minuano.

El autor del tango “Vieja Viola” Humberto Correa, nacido en Minas, el 24 de junio de 1908, trascendió los límites departamentales, al trasladarse a Buenos Aires, donde tuvo largas temporadas en los más importantes teatros porteños. Luego a mediados de los años ’50 retornó a Minas, con su esposa, no siendo reconocido su arte, se limitó a algunas presentaciones en escenarios carnavaleros, falleciendo en el año 1962.

Surgió casi por accidente poeta, y se transformó en una de las voces más emblemáticas de la poesía nacional Santos Inzaurralde Rodrigo, poeta nacido en Minas el 25 de julio de 1925, con una trayectoria como tenedor de libros, edil, representante nacional, secretario de la Intendencia de Lavalleja, vuelve a lo que era un pasatiempo mientras ordenaba y contabilizaba facturas en el almacén y barraca de Machado Hermanos. 

La poesía, encontró al Dr. Carlos Santiago Paravís, afín a colocarle música a sus versos. De ahí surgen varios discos de oro y uno de platino.

Carlos Santiago Parvís Salaberry, nacido en 1938, en Montevideo, médico traumatólogo de profesión, se trasladó a Minas a finales de la década de los ’60 y bajo su nombre artístico Santiago Chalar, le dio a los versos de Inzaurralde Rodrigo vuelo hacia la fama, y la inmortalidad.

“Minas y Abril”, un himno de presentación. “Pida patrón…” la canción de la lealtad hacia quiénes nos sirven. En fin cada una de las canciones interpretadas por Chalar, fruto de la inspiración de Inzaurralde, tienen en su letra y música una parte de la identidad y sentimientos minuanos que han recorrido el mundo porque además de los autores, muchos interpretes han prestado su voz para que así suceda.

Paravís no fue la excepción de un trabajador cultural que busca afincarse en Minas, respirando quizás el aire de las serranías como numen inspirador, integrándose rápidamente a la bohemia comarcal.

El 13 de diciembre de 1888, nace en La Coruña (España) José María Cajaraville, que a los 8 años junto a su familia se traslada a Uruguay, radicándose en la zona de Zapicán, allí cursa sus estudios primarios, y muy joven aún se traslada a Treinta y tres, luego a Minas, donde traba contactos con “muchachos de su generación” como Julio Casas Araújo, Manuel Benavente, Juan José Morosoli y Valeriano Magri, formando parte de la aventura de “Bajo la misma Sombra”, colaboró con varias publicaciones periódicas, lo que le valió el mote “el periodista tipógrafo de Minas” asignado por Juan José Morosoli. Falleció en 1932 y su obra ha quedado reflejada además en libros como “Matices” publicado en 1919, y “Otoñales” en 1928.

En la década del ’30 cuando en Rosario de Santa Fe se extinguía la vida de Enrique Lonzarich, en Minas lo hacía el Presbítero Olegario Ma. Nuñez, autor del poemario “Sol en las Sierras, Sol en los vitrales” párroco en la iglesia de Tala, que apoyaba la obra de su hermana Emelina Nuñez de Caorsi, quién tenía a su cargo la sección femenina del períodico “El Departamento” junto a las maestras María Carmen Deubaldo y Lili Zaffaroni Ortiz. 

En la década del 40 surgen dos poetas que trascendieron con varios libros publicados el umbral del conocimiento comarcal, ellos son Zelmar Clemente Riccetto Hernández y María Rosa Varzi Ruiz.

Riccetto fue odontólogo de profesión, nació en Minas el 4 de diciembre de 1907 y desde su primer libro “Cantos chicos” publicado en 1940 con prólogo de Juan José Morosoli, y diseños del maestro Edgardo Ribeiro, destaca por su permanencia en las letras uruguayas.

Rosa Varzi Ruiz, poseedora de una gran cultura artística, maestra, profesora de piano, en su residencia de la calle 18 de Julio casi Sarandí se reunían en amenas tertulias damas como Margarita Lupi (señora de Santiago Dossetti), Lili Zafaroni Ortiz, Cota Pintos de Casas Araújo (señora de Julio Casas Araújo) entre otras damas aficionadas a la lectura y la buena literatura.

Faltan en esta ràpida enumeración muchas personas, pero no debemos cerrarla sin hacer mención a la actividad de artistas plásticos como Manuel Espínola Gómez, oriundo de Solís de Mataojo, el maestro Edgardo Ribeiro creador del taller Torres García y la asociación “Amigos del Arte” con el objetivo de difundir las artes plásticas y cerámicas.

Al trabajo incesante iniciado por Ribeiro en Amigos del Arte, lo continúan otros artistas de valía como Casimiro Motta, el maestro Olegario Villalba, Wilson Amaral de esporádica residencia en Minas, y sigue vigorosamente formando nuevos opiniones y artistas plásticos.

Tampoco debemos omitir la presencia por un tiempo prolongado en el entorno minuano del artista plástico Pedro Blanes Viale, quién asentado en la zona del cerro de Arequita pintando una serie de obras, denominada “los Arequita” donde también referencia el cerro de los Cuervos, y los valles y llanuras que los rodean bañados por el río Santa Lucía. Como dato anecdótico del valor material de los cuadros que integran esa serie, uno de ellos alcanzó en una subasta montevideana la cifra de U$s 15.000.  

Como testimonio, debemos mencionar artistas de la talla de Daniel Viglietti radicado en Minas cuando su padre el Coronel Cédar Viglietti era el jefe de la División de Ejército IV, a finales de la década del ’50. 

Luego de su retiro el Coronel Viglietti cubrió su tiempo enseñando guitarra: alumnos suyos fueron Julio Ríos, Aladino Gómez, Ulises Peña Marichal entre otros que continúan desgranando los sones cadenciosos enseñados con paciencia y espartana rectitud, en su casa del barrio Las Delicias.

La actividad cultural no se detiene continúa, porque Minas abre las entrañas de sus cerros generosamente y de esas canteras surgen sin pausa, nuevos actores.


Casa de la Cultura - Museos

La Casa de la Cultura, es asiento de varios museos, y en su interior aun se conserva la casa natal del héroe Juan Antonio Lavalleja. 

Bajo la misma infraestructura funcionan varios museos, la Biblioteca Municipal, asi como también salas de exposición y su sala de teatro "Leoncito del Barrio" con capacidad para 200 personas.

Museo Eduardo Fabini . Instrumentos y partituras originales del gran músico uruguayo.

EDUARDO FABINI

Museo de Juan José Morosoli . Pertenencia y manuscritos de este escritor.

Museo de la Ciudad. Trajes y utensillos pertenecientes a familias de antiguo arraigo en la ciudad.

Museo de Santiago Dossetti.  Pertenencias y manuscritos de ese académico minuano por adopción. 

Museo lítico y del gaucho Museo regional de la Casa de la Cultura 

Dirección: Lavalleja y José E. Rodó Teléfonos: 4442 2010 - 4442 8629